De forma concisa podemos definir el horizonte de sucesos (también llamado horizonte de eventos) como una hipersuperficie frontera del espacio-tiempo, tal que los eventos a un lado de ella no pueden afectar a un observador situado al otro lado.
Si bien la definición es clara y meridiana, prefiero emplear una acepción particular del mismo. El horizonte de sucesos, mi horizonte, es el espacio de probabilidad de aquellos sucesos que pueden sucederme muy probablemente en cualquier momento.
Que me toque la lotería, por ejemplo, no es un suceso muy probable en mi horizonte de sucesos, pues nunca juego, pero si lo es, valga también de ejemplo, que no pueda ir mañana al cine a ver Sexykiller, porque ando muy mal de dinero ultimamente y de poder hacer el esfuerzo para ir al cine, vería otra película pues tengo serios y estúpidos prejuicios contra el cine español.
Mi horizonte de sucesos, es un espacio de soledad, la de un tipo que vive solo y de los acontecimientos que pueden solitariamente sucederle. Es un espacio de solitaria reflexión desde la cotidianeidad, sobre la soledad y es también un espacio para el simbolismo. Símbolo de rebelión por excelencia, el puño revolucionario, es la forma inaugural que adopta mi horizonte de sucesos como forma de rebelión contra la propia soledad que contiene.
Y el azar del random mptresiano solitario, trae justo ahora a sonar mi canción de soledad favorita: Only a woman´s heart de Eleanor McEvoy.
Pasen por aquí cuando gusten.
3 comentarios:
Hola Serfi,
Buen blog y buena reflexión, entraremos a ver y reflexionar sobre lo que escribes.
Un abrazo
Para los que te leemos, es una alegría contar con este espacio, donde poder darle a la perola largo y tendido.
Saludos.
Fran Vacas.
Me alegra saber que habrá alguien que pueda llamar al 112 si un dia notais que definitivamente he perdido la cabeza.
Un abrazo a los dos y también a aquellos y aquellas que entrais de puntillas sin hacer ruido...
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